Esta semana en el «De Què Parlem?» te traemos una nueva técnica para generar ideas y fomentar la creatividad: la creación de sueños o Sleep Writting.
Esta técnica es una de las más curiosas, ya que utilizamos nuestro subconsciente y nuestros sueños. Es un método antiguo utilizado por diferentes artistas y profesionales creativos en sus procesos de creación. Un ejemplo es Salvador Dalí quien, durante el día, se sentaba en un cómodo sillón con una cucharilla o unas llaves en la mano de manera que, en el momento en el que se quedase adormecido, el objeto al caer al suelo le despertara, permitiéndole recopilar el contenido del subconsciente antes de caer en un sueño profundo.
Durante el proceso del sueño nuestro cerebro explota su gran poder creativo debido a la liberación de bloqueos en el subconsciente. En el momento previo a dormir, durante el sueño y antes de despertar, llegan a nuestro cerebro imágenes, ensoñaciones o asociaciones que nos pueden ser de gran utilidad a la hora de extraer ideas para avanzar en tus procesos creativos o resolución de problemas. Es en esos instantes cuando nuestro inconsciente posee mayor presencia y salen a flote asociaciones muy curiosas gracias al estado de relajación de la mente.
Por tanto, es una técnica que consiste en aprovechar el poder del subconsciente en los sueños para crear nuevas ideas. Mientras dormimos y soñamos o en los momentos previos a ello, en los que nos encontramos adormecidos, pero aún percibimos la realidad, el subconsciente se manifiesta más claramente al desaparecer los bloqueos propios de lo consciente.
Para facilitar este proceso, es conveniente repasar el problema a tratar antes de dormir, interiorizarlo y comprenderlo perfectamente, de forma que propiciemos la formulación de soluciones mediante el subconsciente y los sueños. Además, debemos tener a mano en la mesita de noche un lápiz y un papel en el que anotar las ideas o asociaciones que surjan tan pronto como abramos los ojos para poder apuntarlo todo antes que se nos olvide.
Ante el inconveniente de no recordar lo soñado, haz como Dalí. Acuéstate en una postura cómoda, con un objeto metálico en la mano dirigido hacia el suelo. A continuación, has de centrarte en el problema e ir relajándote. Paulatinamente, irás quedándote dormido. Está comprobado que el cerebro entra en su fase creativa a los quince, veinte minutos desde que uno está dormido. Pero no te preocupes. Durante ese tiempo te habrás relajado lo suficiente como para que tu mano ya no sostenga el objeto. El ruido de éste al caer contra el suelo funcionará como un despertador. Después sólo has de apuntar lo primero que tengas en la cabeza. No te preocupes por la ortografía o la sintaxis. Lo primordial es que plasmes la idea.
A veces, conforme usas la técnica, es probable que puedas despertarte en plena noche con un ideón que flipas y que tengas unas ganas locas de compartirlo. Si es así, anótalo de inmediato, pues de lo contrario es más que probable que al acostarte de nuevo y despertarte más tarde hayas olvidado la idea o parte importante de ella.
A diferencia de la mayoría de las técnicas creativas, el Sleep Writing se realiza de forma individual. Sin embargo, la experiencia se comparte con el grupo para desarrollarla y madurarla, comparándola con las demás ideas de todos los integrantes.
Por ello, un consejo frecuente y aplicable a esta modalidad de técnicas creativas es el de organizar sesiones de grupo por la tarde. En todo caso, han de hacerse pocas horas antes de irse a la cama. En ellas se plantea el problema y se debaten las posibles soluciones entre todos los miembros del equipo.
El Sleep Writing no es una de las técnicas creativas más convencionales. Ni tampoco 100% eficaz. Ello se debe a que depende de factores como la calidad del sueño o que no despertemos a tiempo para recordarlo.
Esta técnica es aplicable a cualquier faceta de la vida. Por ello, aunque la practiquemos enfocada al ámbito laboral, hemos de ser consciente de que son muchas las variables que influyen. El estado anímico o la situación personal o familiar que estemos pasando condicionan de forma determinante la manera en qué cómo reaccionará nuestro subconsciente.
No te frustres si ves que no obtienes los resultados a la primera. Y menos si es la primera vez, pues, como todo, exige práctica.
¡A soñar!
Fuentes consultadas:
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