Muchas veces, delante de una situación meteorológica de peligro los medios y los ciudadanos pueden considerar esa información como sensacionalista. Muchos piensan que la meteorología no es un peligro. Esto es una idea totalmente equivocada.
Acabamos de pasar por una ola de frio y debido a ella, los medios de comunicación se han inundado de informaciones, alertas, avisos y colores. Y para aclarar estas dudas, en el programa hemos tenido a Albert Borràs, meteorólogo y director del Observatori de Pujalt.
Para entender mejor todo el sistema de avisos, primero hemos de entender qué es una alerta meteorológica. Una Alerta Meteorológica se emite cuando el Servicio Meteorológico recibe suficiente información que marca una alta probabilidad de que se produzca un fenómeno meteorológico (fuertes ventadas, nevadas, lluvias, temperaturas…).
En España, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) tiene como uno de sus objetivos el de vigilar y predecir fenómenos meteorológicos adversos para la protección de vidas y bienes del ciudadano.Tal y como dice Albert Borràs, uno de los objetivos de los meteorólogos es salvar vidas. A nivel autonómico, en Cataluña también tenemos el Servei Meteorològic de Catalunya (meteocat: meteo.cat), que trabaja a nivel comarcal.
La AEMET cuenta con el Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos (Meteoalerta), que pretende facilitar de manera detallada la información sobre posibles fenómenos atmosféricos que pueden afectar a España hasta un plazo máximo de 60 horas. MeteoAlerta contempla, por ejemplo, los siguientes fenómenos: lluvias, nevadas, vientos, tormentas, temperaturas extremas, fenómenos costeros (viento y mar), polvo en suspensión, aludes, nieblas, deshielos, olas de calor y de frío, entre otros.
Los avisos informan sobre un riesgo potencial. La magnitud o escala de cada aviso se mide en función de unos umbrales que especifican el nivel de alerta en función de la zona y del fenómeno, por ejemplo en función de la velocidad en que sople el viento, en una zona será “normal” y en otra zona será “alerta naranja”, dependiendo si es habitual o inusual que dicho fenómeno se dé en esa zona.
Los umbrales se determinan en colores según la rareza del fenómeno. Encontramos los siguientes niveles de alerta:
- Verde: no existe ningún riesgo meteorológico
- Amarilla: no existe ningún riesgo meteorológico para la población en general aunque sí para alguna actividad concreta.
- Naranja: existe un riesgo meteorológico importante (fenómeno poco habitual con gran grado de peligro para las actividades usuales).
- Roja: el riesgo meteorológico es extremo (fenómenos meteorológicos no habituales de intensidad excepcional).
Los avisos detallan siempre en qué zona o zonas de cada provincia pueden ser afectadas por el fenómeno. La información contiene el tipo de fenómeno, el nivel, la zona geográfica, las horas de inicio y final y la probabilidad que ocurra. Puedes encontrar más información sobre el sistema de alertas en http://www.aemet.es/es/eltiempo/prediccion/avisos/ayuda.
Albert nos cuenta que el trabajo de los observadores es muy importante ya que son vigilantes del servicio meteorológico. Un ejemplo sería que si un observador avisa al Servicio Meteorológico que un determinado fenómeno está pasando, cambian el color de la alerta en la comarca en que se está produciendo. Dentro de meteo.cat (en la primera página) se puede ver las comarcas y los diferentes avisos.
En el caso de la provincia de Barcelona, podemos encontrar lo siguiente:
Si nos referimos, por ejemplo, a los municipios de Ódena, Vilanova del Camí o Igualada, estarían dentro del “Prelitoral de Barcelona”. Puedes consultar tu municipio aquí: http://www.aemet.es/documentos/es/eltiempo/prediccion/avisos/detalle_municipios_zonas_met_v6.pdf .
Así pues, en Vilanova del Camí (Anoia), tener unas temperaturas de 42ºC o superiores sería alerta roja y un viento de entre los 70km/h y los 89 km/h seria alerta amarilla.
Cabe recordar que todo este sistema está montado para avisar y poder así salvar vidas. No se han de tomar los avisos como información sin utilidad, más bien al contrario. Albert Borràs ya ha comentado en varias veces que las recomendaciones y los avisos son para prevenir. Desgraciadamente tenemos demasiados ejemplos de imprudencias y accidentes que podían haberse evitado haciendo caso de los avisos y recomendaciones: no subirte en rocas en caso de oleaje; no cruzar pasos cortados en medio de avisos de riadas; salir a la calle sin precaución en medio de un temporal de viento, etc.
Desde el De Què Parlem? Esperamos que esta información te ayude a entender mejor el sistema de alertas que muchas veces aparece por los medios de comunicación y la importancia que tienen en nuestro día a día.
Puedes escuchar la explicación a través del podcast del programa: Escuchar podacat
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